A las doce semanas de vida debe empezar el entrenamiento. Sea paciente y constante.
Uno de los malos hábitos que más molestan a los dueños de perros, después de los ladridos en exceso, es que sus mascotas se orinen por todos lados. Pero esto se debe, en parte, a los humanos mismos. No se puede esperar a que el perro aprenda por sí solo. “Las capacidades de un perro son prácticamente inagotables y siempre son susceptibles de aumentar… Solo necesita su tiempo y aprender a utilizar su lenguaje corporal para comunicarse con él”, dice Inge Büttner-Vogt, la entrenadora de perros y autora del libro Juego y diversión con su perro: ejercicios para realizar en casa y afuera.
Lo primero que hay que hacer, en cualquier tipo de entrenamiento, es “estar familiarizado con el comportamiento de la mascotapara así poder establecer una rutina”, explica el médico veterinario Edwin Gustavo Morales, de la Asociación Canina Acila. “El lenguaje de su cuerpo es muy importante para comunicarse con él, bien sea para dirigirla al lugar en el que debe hacer sus necesidades, como para premiarla y reprenderla”.
Lo que garantiza la efectividad del entrenamiento es tener siempre con usted un par de golosinas y que su perro sienta con estas el efecto de la premiación. También debe eliminar muy bien los olores de los lugares ya ‘contaminados’ y, en lo posible, utilizar los espráis educadores de orina en el lugar donde usted quiere que orine; no lo aplique donde no desea que su perro evacúe.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario